domingo, octubre 16, 2005

Ortopedia íntima

¡Y fue como si un rayo
me espantara los huesos,
dejándome hambriento y nostálgico!

(O tal vez la memoria esgrime
un perfume de espejos
al verse en peligro de
tornarse en sombra de piedra)

Eso sí, cuando el Olvido
trague mi destino de silueta,
estará presente, con otra
deidad cabalgando sus siglos.

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