lunes, abril 17, 2006

Conjuro atómico

Harakiricemos el momento
preciso de tu convalescencia.
Dinamitemos de antemano
el deseo inaudito de llamarnos
por nuestros nombres.

Encabecemos, de una
vez y por todas,
el acto supremo
en que nos convertimos
en Otro,
al olvidar el remordimiento
de vivir al unísono.
Como dos calaveras
sonrientes.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario