domingo, agosto 28, 2005

Contubernio de lo imaginario

Anoche soñé que un pájaro verde comía las migajas que caían de la boca de un enano albino. Los miraba en silencio, hasta que me pareció caer en tumbos hacia un foso esmeralda. Hace tiempo me ronda la cabeza un contubernio de imágenes con cierto aire acusatorio. La pesadez de su letargo parece señalarme un algo que se esconde tras el velo de mi laxo escrutinio.

¿Qué será lo que permite a la transparencia de todo eso que tememos borrarnos como un borde de sombra incierto? Sé que el enano (a pesar de su blancura) nunca va a mirar las migajas que tira. Sé también que el pájaro (a pesar de su verdura) nunca agradecerá al tirador. Sin embargo, hay un algo genuino entre enano y pájaro, entre piel y plumas, entre migaja y caída, entre sueño y soñador.

No sé si quepa aquí la expresión de esto que he soñado. Como tampoco sé si quepa el sueño de mi expresión, o que sea sólo un sueño sin cabida. Tal vez, no, seguramente no importe nada de esto. Sospecho que al final enano-verde-pájaro en mano-migaja-alba volverán a soñarme en las mil maneras en que puede reencarnar el miedo. Sólo me resta imaginar el resto.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario