Basta.
No me preguntes
si el Olvido perdió
su sombra.
Tampoco si la Sombra
adormecerá al vacío.
O si el Vacío relató
su historia cernida
en un cronóstico.
Cuando los pasos perdidos
amordacen
nuestras siluetas inconclusas
(desde cualquier orilla),
nos sorprenderá
el hábito inútil
de ser Nada.
lunes, diciembre 18, 2006
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