miércoles, abril 22, 2009

Apología del egonauta (evolución de una duda inconclusa)

Soy: una mordedura de dragón dormido,
la onomatopeya automotriz,
el Silencio entre dos extraños,
la noche alargada, no el corto sueño,
la paja que intenta cargar al camello,
la ensalada rústica del Olvido,
el hueco que sólo acepta mi ausencia,
el típico Destino baldío,
la silueta del árbol de la vida,
la cáscara que postcede al pecado,
la deuda inútil de la memoria,
el patrón que el Silencio cuelga,
el estribo de una huella,
el balance de emisiones nocturnas,
una secuencia de adioses,
un túmulo de quizáses,
el cordero de Caín,
la cuerda de Wallenda.

O sea,

Soy lo que no llegó al fuego
ni a envoltura desechable.
Soy tu sombra pretendiente,
el hastío semifinal que invade
la hora imaginada
por el reloj de arena.

Soy el beso de lo posible

24 IV 07
DC

Publicado en http://jurutungo.blogspot.com/

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