domingo, septiembre 28, 2008

El bardo discute con su lira

Hoy la soledad me ha hablado al oído
con su leve susurro me ha hipnotizado.
Me contaba la historia de un beso dado
en un sueño remoto, en un tiempo perdido.



Me postro en el suelo, sonrío y le pido
declame la gran hazaña, de quien ha cazado,
un dragón soñoliento, un suspiro parado
al borde del silencio de un rostro dormido.



Sospecho, repite mil veces la historia
en que mueren mil seres (dice) la misma muerte
y con ellos reímos mil y una risas necias.



El canto termina y le ruego que me cuente
de otra aventura que le quede en su memoria.
Todo lo escucho, me envuelvo en anestesia.

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