martes, marzo 13, 2007

Vidas

Y vio la luz. Caminó, primero atraído por ella y luego una corriente incontenible lo arrastró hacia ese círculo de luz que cada vez se hacía más grande, hasta envolverlo todo. Y se sintió perdido en ese mar de luz y lloró, y sus lágrimas se mezclaron en el torrente de luz y sus gritos se confundieron en las olas del resplandor que lo envolvía hasta perderse en un horizonte lejano y brillante.

Caminó siempre entre este mar azul, ciego, con el viento de frente y la lluvia a su alrededor. En silencio, hasta que su vacío explotaba en lágrimas que descomponían en espuma multicolor esa luz siempre de frente. Incómodo, viajó siempre solitario buscando deshacer ese círculo que lo envolvía. Y su llanto sólo producía un eco de luz que hería sus ojos. Vacío de vida, llevado por la inercia, consumido por esa luz siempre presente, siempre ardiente. Así caminó, a veces por costumbre y siempre empujado hacia ese lugar sombrío que había encontrado y en el cual había soñado que estaba dormido en un lecho oscuro y tibio, palpitante.

Así fue su vida, su tránsito por ese luminoso mar que lo azotaba constantemente con sus olas de fuego. Hasta que, sintió deseos de recogerse sobre sí mismo, volverse una sola forma compacta y uniforme alrededor de su propio corazón. Se encogió, sí, sus manos en sus mejillas y sus rodillas sobre su frente húmeda. Y sintió deseos de llorar un llanto largo y lento, como el brotar de un manantial nunca visto. Y la luz que antes lo envolvía se fue apagando, lentamente, primero en sus ojos y luego fue como una brisa vespertina, imperceptible siempre. La sombra avanzó lentamente, caprichosa, y su avance tenía la sensualidad que moldea las formas que nos hacen llorar. Y una tibieza lo fue abrazando poco a poco hasta sentirse envuelto en un núcleo palpitante. Y soñó. . .

Al cabo de centurias, cuando su sueño fue disipado y abrió sus ojos por vez primera, vio la luz y sintió un vacío en el fondo de su alma, y se sintió atraído por ella.

2 comentarios:

  1. Interesante escrito, y aunque nada tiene que ver, me trajo al memoria un pasaje del libro Fronteras, creo que es de Jaime Sabines.
    Donde el personaje del pasaje se hace miles de preguntas sobre el, el entorno y la vida.

    Te dejo mi saludo adal, gracias por la visita y la insercion como enlace que lei en tu blog.
    D'M

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  2. DD, la memoria de lo que no tiene que ver... woao!! si empiezo no termino. Un abrazo mi hermanito. Nos vemos en el balcón (o en el calabozo).

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