lunes, noviembre 21, 2005

Sin comadrona

Determinaciones

Mi profesión
mi hermano, es
esta cuestión.”
Tego Calderón

Hay quien llame a estos
intentos profesión.
No habré de caer en
tan honesta tentación.

Una rima falsa
de vez en cuando
no vuelve Poeta,
ni inversión fortuna
cuando en vez de
tinta se escribe en arena.

(¿Y qué de esas palabras
intrépidas que nos asaltan
indefinidamente por todas partes?

¿Quién las condenó al diccionario?

¿Vendrá el alfabeticida
a librarlas de su ordenado
letrargo lógico?)

Disculpen el desvío.

Si alguien pregunta,
sobre este trozo
de tinta en la arena
diré con holgura
la confusión rutinaria
trazará indiscretas
formas febriles en
lienzos bordados
por el Silencio.

(¿Y qué de ese fuego
obseso que luego
no retorna al juego
inconcluso…?)

Ruego
disculpas de nuevo.

Tal vez exista duda
qué profesaría esta
sombra ensimismada
si no cargara mi esquela:
eterna avenida,
el pasto más alto,
quizás algunos pasos
de certero desafino.
Casi aseguro, me
esperaría la misma
cama de piedra
labrada al filo
de mi silueta.

(¡Gaje siniestro!)

Disculpen,
debo volver
al Olvido.

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