domingo, enero 14, 2007

Cronóstico

Sé que llegaba la hora por la erección puntual. Vuelvo el cuerpo hacia la ventana con el ánimo concentrado en mi mano soñolienta y un quizás despertado. Sin duda, hubiera deseado empujar la mañana al oficio de sombra.

1. Repaso la sonrisa, algunas onzas de menta artificiada.


2. Amordazo colores a mi piel.


3. Reclamo el camino con varios buenos días consuetudinarios.

4. Llego.

El rugido del aire zarandea la rutina cúbica. Una tras otra las ideas se deslizan hacia el olvido acompañadas por cierto rigor esperanzado. O sea, patético.

Se emprende el regreso.

Los mismos pasos (buenos días extintos) componen la audiencia en solidaria mudez. ¡Cuántas historias invernadas se inconcluyen con la mirada!

Desamordazo la piel.

No hay elección.

Apago la luz. Con duda. Sólo habrá de ese hado: empujarla. Mañana de vuelta al orificio de sombra.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario